BOLETIN/ URUAPAN, MICH/ JUE-13-SEP/ Defender a México como lo hicieron los niños héroes hace 165 años, solo que esta vez hacerlo a través de la educación para que los libros sean las armas mediante las cuales se construya un mejor futuro, fue el llamado que hicieron alumnos del centro de educación y capacitación forestal de Uruapan, Sandra Yadira Aguilar Corona y Francisco Mariscal Ángel.
Fueron encargados de emitir el discurso oficial del acto cívico con que se recordó en Uruapan, el 165 aniversario de la gesta heroica del castillo de Chapultepec, ocurrido el 13 de septiembre de 1847.
Ante el H. ayuntamiento de Uruapan encabezado por el presidente Aldo Macías Alejandres, autoridades educativas, integrantes de la H. junta de fiestas patrias 2012, del gerente de la Comisión Nacional Forestal en Michoacán, Salvador Moreno García; el director del CECFOR, Alfredo Molina Vásquez y alumnos de dicho plantel, los oradores recalcaron que en la educación está el soporte que necesita México para salir adelante.
Argumentaron que la violencia no es el camino, al señalar que una bala puede matar a las personas, pero no los ideales de la gente que pasan de una generación a otra. En razón a ello, manifestaron que la unidad y educación son herramientas fundamentales para cuidar a la patria, como lo hicieron los cadetes del heroico colegio militar.
Teniendo como marco la pérgola municipal, los oradores motivaron a la sociedad a tener presentes a los niños héroes, quienes con gran valentía y arrojo salvaron el honor de México, motivo por el que dijeron es momento de sentirnos orgullosos de esa proeza de gloria y valor.
Relataron que los cadetes dieron su vida al resistir cuerpo a cuerpo la agresión de fuerzas estadounidenses, lo cual representa un ejemplo de arrojo, disciplina y lealtad que dejaron entre los mexicanos.
El pase de lista en honor a los cadetes caídos estuvo a cargo del alumno del CECFOR, Roberto Michel Sandoval, acto con el que se rindió homenaje a: Juan Escutia, Francisco Márquez, Juan de la Barrera, Agustín Melgar, Fernando Montes de Oca y Vicente Suárez, quienes al morir tenían entre 13 y 20 años de edad.
El acto cívico concluyó con la ofrenda floral, minuto se silencio y guardia de honor que autoridades municipales e integrantes de la junta de festejos patrios 2012, montaron junto a la imagen de los niños héroes.
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